El que dice al impío: Justo eres; los pueblos lo maldecirán, las naciones lo aborrecerán;

El que dice al impío: Justo eres.

A él lo maldecirá el pueblo. Los malvados, aunque permiten los vicios en sí mismos, los condenan en los demás; y la conciencia general de un pueblo condena a los jueces injustos.

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