Inclina, oh SEÑOR, tus cielos y desciende; toca los montes, y humearán.

Inclina tus cielos, oh Señor, y desciende, prestado de la misma fuente. Lo que Yahweh se ha mostrado hacia David durante su persecución por parte de Saúl, ahora le ruega que se pruebe de nuevo a él, a su simiente y a Israel.

Tocad los montes, y humearán. "Las montañas" simbolizan los reinos-mundo opuestos a Dios, que con el mero toque de Dios echan humo: la señal del temor y el preludio de ser consumidos por el fuego venidero de su ira ( Nota).

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