Alabadle vosotros, todos sus ángeles: alabadle vosotros, todas sus huestes.

Alabadlo... todas sus huestes. El sol, la luna y las estrellas son la parte material, los ángeles, la parte inmaterial de "Sus huestes". Los primeros alaban inconscientemente a Dios con su propio ser. El llamado del salmista a ellos para alabar a Dios no implica que estén conscientes de su llamado, sino que simplemente expresa su satisfacción de que Dios es alabado por ellos.

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