Feliz, tres veces feliz el pastor, cuya vida, labores, celo y el testimonio de su propia conciencia lo animan a decir con San Pablo, que ama al rebaño de Jesucristo, que solo los ama por Jesucristo, y en Jesucristo, en virtud del Espíritu Santo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad