Para ti. Así merecieron el sacerdocio y una bendición; (Deuteronomio xxxiii. 9 .; Menochius) habiendo sido ministros de la justa indignación de Dios, sin perdonar a ninguno de los más culpables. No podían ignorarlos. No se requirió ningún signo externo en sus cuerpos para dar a conocer a los delincuentes. Se habían aparecido públicamente. (Haydock) --- Los levitas actuaron con la debida autoridad y orden, que su padre, Leví, había descuidado, Génesis xxxiv. (Worthington)

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