Espada, penetrando hasta el alma misma, (Hebreos IV. 12.) y matando a los malvados, Apocalipsis i. 16., y 2 Tesalonicenses ii. 8. Sin Cristo, sus ministros pueden aplicar esta espada con poco propósito. Ciro cortó las ataduras de los cautivos por su decreto. (Calmet) --- Grocio explica incorrectamente todo Isaías. (Houbigant)

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