La luz naciente, [12] o el sol naciente, nos ha visitado desde lo alto. La traducción de Reims tiene el Oriente, el protestante, la primavera. Ambos parecen más oscuros de lo necesario. El latín, al igual que el griego, tiene un sustantivo sustantivo, por el cual se significa Cristo mismo. Sin embargo, la misma palabra, en ambos idiomas, a veces se toma por una luz ascendente y, a veces, por un capullo o una rama; en cuyo último sentido lo expone St.

Jerome. (Comentario en Zachar. P. 1737, tomo 3, Ed. Ben.) Pero en este lugar se toma más bien por una luz que se eleva, con las siguientes palabras, para iluminar a los que se sientan en la oscuridad, etc. (Witham) --- El Oriente. Es uno de los títulos del Mesías, la verdadera luz del mundo y el sol de la justicia. (Challoner) --- Con esto nos muestra que Dios nos ha perdonado nuestros pecados, no por nuestros méritos, sino por su más tierna misericordia; (Theophylactus) y que debemos solicitar este perdón a través de las entrañas de su más tierna misericordia.

[BIBLIOGRAFÍA]

Oriens. Griego: e anatole. Vulgo ortus Solis. Ver al Sr. Legh Crit. Sacra en griego: anatello, orior, germino, S. Hierom [St. Jerónimo] sobre Jeremías cap. xxiii. ver. 5. tom. 3, pág. 634. suscitabo David germen justum, sive orientem justum. Y sobre Zacarías vi. 12, pág. 1737. Ecce vir, oriens nomen ejus, donde lo expone en griego: anatole, anaphue y Blastema.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad