En San Mateo se dice que esta persona poseída también era ciega. Por tanto, sobre él se obtuvieron tres maravillas: el ciego vio, el mudo habló, el endemoniado fue entregado; que tiene lugar diariamente en las personas de aquellos que se convierten en el número de verdaderos creyentes: el diablo es expulsado, y ambos reciben la luz de la fe que brilla en sus ojos, y se les sueltan las cuerdas de sus órganos silenciosos para hacer sonar el alabanzas de Dios.

(Ven. Bede) --- Y la multitud, etc. La multitud, aunque carente de conocimiento, admiraba constantemente las acciones de nuestro Señor, mientras que los escribas y fariseos las negaban o, por una interpretación siniestra, las atribuían al poder del espíritu inmundo. (Ven. Bede)

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