Y cuando viste que Nahas, el rey de los hijos de Ammón, vino contra ti, quien evidentemente había hecho varias incursiones contra el territorio de Israel antes de su campaña más audaz contra Jabes, me dijiste: No; pero un rey reinará sobre nosotros; cuando el Señor, tu Dios, era tu rey, quien, al despertar a jueces y salvadores, los había librado siempre de las manos de sus enemigos. Así que su demanda de un rey había sido en realidad un poco de tonto capricho, de pecaminoso rechazo del Señor.

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