Además, en cuanto a mí, Dios no permita que peque contra el Señor al dejar de orar por ti; pero te enseñaré el camino bueno y recto. No hubo resentimiento personal por parte de Samuel, porque quería continuar, como hasta ahora, sirviéndoles en su oficio profético, tanto por oración como por instrucción.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad