Y los asnos de Kish, el padre de Saúl, se perdieron, se habían extraviado. Y Kish dijo a Saúl, su hijo: Toma ahora a uno de los siervos contigo, y levántate, ve a buscar las asnas. Evidentemente, Kish era un hombre enérgico, rápido en decisiones y acciones.

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