Y se perdieron las asnas del padre de Cis Saúl. Y Cis dijo a Saúl su hijo: Toma ahora uno de los siervos contigo, y levántate, ve a buscar los asnos.

Las asnas de Cis, el padre de Saúl, se perdieron. Lo más probable es que la familia de Cis, de acuerdo con la costumbre inmemorial de los pastores orientales en las regiones puramente pastoriles, hubiera dejado que los animales anduvieran sueltos durante la temporada de pastoreo, al final de la cual se enviaban mensajeros en su busca.

Tales búsquedas itinerantes son comunes; y como cada propietario tiene su propio sello marcado en su ganado, la mención del mismo a los pastores que encuentra conduce gradualmente al descubrimiento de los animales extraviados. Este paseo de Saúl no tenía nada de extraordinario, salvo su dirección y asunto superiores, que convertían su incertidumbre en certeza.

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