Puede ser que el Señor, tu Dios, oiga todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de Asiria, su señor, ha enviado para reprochar al Dios viviente, para amontonarlo con desprecio; y reprenderá las palabras que ha oído Jehová tu Dios; por tanto, eleva tu oración por el remanente que queda, induce al Señor a vengarse de la arrogante blasfemia que se había acumulado sobre él y sobre su pueblo.

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