Por tanto, he aquí que te reuniré con tus padres, y serás recogido en tu tumba en paz, sin ver la desolación de Jerusalén, aunque él mismo murió en batalla, 2 Reyes 23:29 ; y tus ojos no verán todo el mal que traeré sobre este lugar, él no presenciaría su destrucción con todos sus horrores concomitantes.

Y volvieron a traer al rey la palabra, le contaron lo que habían oído de la profetisa. Aquellos que verdaderamente se humillen bajo la Palabra de Dios escaparán del juicio que golpeará a los desobedientes y malhechores obstinados.

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