Y vino un hombre de Baal-willsha, un distrito algo al oeste de Gilgal, y trajo al hombre de Dios pan de las primicias, porque estos, por ley, pertenecían a los siervos de Jehová, veinte panes de cebada y mazorcas llenas de maíz en su cáscara, espigas de trigo tostadas, que llevaba en un saco. Y él, Eliseo, dijo: Da a la gente para que coman.

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