Entonces tu sierva dijo: La palabra de mi señor el rey ahora será reconfortante, sírvela para consolarla; porque como un ángel de Dios, el gran ángel de la alianza, así es mi señor el rey para discernir lo bueno y lo malo, para escuchar el llanto de sus súbditos oprimidos y ayudar a los que están en problemas; por tanto, el Señor tu Dios estará contigo.

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