La palabra de mi señor el rey ahora será reconfortante. Tras reflexionar, se sintió confiada de que la respuesta del rey estaría de acuerdo con el deseo de su corazón. Porque como ángel de Dios es mi señor el rey en sabiduría, justicia y bondad. Para discernir lo bueno y lo malo. Para distinguir entre peticiones razonables y no razonables, y para saber lo que es bueno y lo malo, y comprender cada asunto que se le presente. Por tanto, el Señor tu Dios estará contigo para instruirte a juzgar correctamente y a ser misericordioso, o porque eres tan sabio y clemente con los que en estricta justicia merecen castigo. Dios te reconocerá y estará a tu lado en este tu acto de gracia; o Dios te hará prosperar en tus empresas.

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