Entonces ella habló, diciendo: Solían hablar en los tiempos antiguos, diciendo, era un dicho proverbial: Ciertamente pedirán consejo en Abel; y así terminaron el asunto. La discreción y la sabiduría de los habitantes de la ciudad eran tan conocidas que se siguieron sus consejos sin cuestionarlos. Entonces, en este caso, los habitantes de Abel primero deberían haber sido consultados antes de sitiar la ciudad.

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