Y David, cuando la procesión avanzaba, bailaba ante el Señor con todas sus fuerzas, en un éxtasis de santo gozo; y David estaba ceñido con un efod de lino, una copia de los que usaban los sacerdotes, porque David, como cabeza de una nación de sacerdotes, vestía esta vestidura en honor de Jehová.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad