En el tercer año del reinado del rey Belsasar, dos años después de que Daniel tuvo la visión de las cuatro monarquías, se me apareció una visión, a mí, Daniel, después de lo que me apareció al principio, es decir, en además de esa otra visión profética importante que había registrado en el capítulo anterior. Es evidente que esta visión no le llegó a Daniel en un sueño, sino que estaba despierto y consciente mientras le llegaba esta información.

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