Sí, se engrandeció hasta el príncipe del ejército, poniéndose a la altura del Dios Altísimo, del Rey de reyes y del Señor de señores, y por él le fue quitado el continuo sacrificio, es decir, interfirió. con la adoración del Dios verdadero como entonces se llevaba a cabo en el Templo, y el lugar de Su Santuario fue derribado, profanado con conducta blasfema.

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