Estuvisteis, pues, en Cades muchos días, conforme a los días que estuvisteis allí. El tiempo exacto durante el cual la gente permaneció en esta estación después del regreso de los espías es solo una cuestión de conjetura. Nosotros, los creyentes del Nuevo Testamento, debemos recordar las muchas evidencias de la bondad y misericordia del Señor, quien nos guía por el desierto de este mundo con tan tierno amor y nos presenta la certeza de la herencia celestial. El recuerdo de nuestra desobediencia en el pasado debe servir para mantenernos verdaderamente humildes y hacer que nos aferremos al Señor con la confianza de una fe firme.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad