Entonces volví y consideré todas las opresiones que se hacen bajo el sol, cambiando sus reflejos de la vanidad de la vida humana a la violencia practicada por muchos hombres; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y no tenían consolador, nadie que secara sus lágrimas curando sus heridas; y del lado de sus opresores estaba el poder, que siendo el camino de los tiranos en todas partes, pero no tenían consuelo, la repetición de esta frase enfatizaba la condición desesperada y desesperada de los pobres y oprimidos.

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