Y ahora, por un poco de espacio, durante casi sesenta años, se ha mostrado la gracia del Señor, nuestro Dios, para dejarnos un remanente para escapar, y para darnos un clavo en Su Lugar Santo, la figura es la de una clavija en qué utensilios domésticos se colgaron y el significado de que Dios les había vuelto a dar una parte y un derecho en su casa, en su templo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos, quitando la noche de angustia y debilidad que descansa sobre ellos, y nos dé un poco de revivir en nuestra esclavitud, al otorgar salvación, fuerza y ​​aliento.

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