Entonces el rey Asuero, lleno de la mayor agitación a causa de la condición revelada por las palabras de Ester, respondió y dijo a Ester, la reina: ¿Quién es y dónde está el que se atreve en su corazón a hacerlo? literalmente, "¿Quién ha llenado su corazón para hacerlo?" Porque debe haber sido un corazón de extraordinaria maldad el que pudo haber ideado un plan tan diabólico.

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