(5) Entonces el rey Asuero respondió y dijo a la reina Ester: ¿Quién es y dónde está el que se atreve en su corazón a hacerlo?

Sin duda, el rey debió haberse sorprendido enormemente por la naturaleza de esta solicitud. ¡Pero lector! todas nuestras peticiones son conocidas y todas respondidas antes de ser entregadas. El que escucha la oración, es el Despertador de la oración, así como el Recompensador de aquellos que lo buscan con diligencia.

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