Entonces el Señor dijo a Moisés: He aquí, os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá y recogerá una cantidad determinada todos los días, una cantidad determinada día tras día, para que yo les pruebe si andarán en mi ley o no. El Señor tenía la intención de probar su fe y obediencia en relación con este regalo milagroso del pan.

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