Y me contaminaréis entre Mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, la recompensa de la injusticia, el precio que exigieron por sus falsos mensajes proclamados por ellos, para matar las almas que no debían morir, para canjear almas inmortales. por ganancia insignificante, y para salvar con vida a las almas que no deben vivir, prometiendo seguridad a los que están en el camino ancho de la ruina, mintiendo a Mi pueblo que escucha tus mentiras, aceptando sus declaraciones falsas como verdad divina.

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