Además, has multiplicado tu fornicación, aún con su codicia por la idolatría insatisfecha, en la tierra de Canaán hasta Caldea, la tierra de Caldea conocida por sus abominaciones e inmoralidades cananeas; y sin embargo, no quedaste satisfecho con esto. Así, la maldad del pueblo de Israel y Judá, representada por la ciudad de Jerusalén, había alcanzado una etapa sin ejemplo incluso en aquellos días de moral relajada.

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