Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel, el vidente en la atalaya que aplica las revelaciones que se le hacen para el bien y la aflicción del pueblo que se le ha confiado. Por tanto, escuchen la palabra de Mi boca, el mensaje de mandamiento y juicio amenazado, y adviértanles de Mí, apelando continuamente a las instrucciones divinas recibidas.

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