Lo midió por los cuatro lados; tenía un muro alrededor de quinientas cañas de largo y quinientas de ancho, para hacer una separación entre el Santuario y el lugar profano, de modo que se observara claramente la separación, no entre judío y gentil, sino entre sagrado y profano. La gran extensión de tiempo de este singular Templo es una característica que marca claramente su carácter ideal. "Simboliza la gran ampliación del reino de Dios, cuando Jehová-Mesías reinará hasta los fines del tiempo de la tierra".

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