Y el comienzo de su reino fue Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. Un hijo de Cus se destaca aquí debido a su extraordinaria habilidad y poderosas conquistas. Este fue Nimrod, cuyas hazañas de caza no solo fueron tan inusuales como para volverse proverbiales entre todas las naciones de su época, sino que también estableció un gran reino en los ríos Éufrates y Tigris, con Babilonia como su capital y otras poderosas ciudades, el ruinas de las cuales se han descubierto en parte. Pero su obra fue emprendida en contra de Dios, en oposición a Jehová, con la altivez y el orgullo de su propia mente, un hecho que también lo convirtió en un tirano para con los hombres, como implica el texto.

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