Y él dijo: Mi hijo no bajará contigo; porque su hermano ha muerto y se ha quedado solo; si le sobreviene algún daño en el camino por el que vais, haréis descender mis canas con dolor al sepulcro, al reino de los muertos. Esa fue la decisión de Jacob en ese momento, y sus hijos no pudieron lograr que cambiara de opinión. Así, el Señor visita a Sus hijos con múltiples dolores, pero Su castigo siempre revela Su bondad.

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