Los montes te vieron y temblaron, sacudidos por tormentas y terremotos; el desborde del agua que pasa, un torrente de agua, de fuentes subterráneas o como resultado de un chaparrón, se precipita; el abismo, el abismo del océano, pronunció Su voz y levantó Sus manos en alto, en un poderoso ruido que acompañaba su irrupción.

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