¿Para qué es la multitud de tus sacrificios para Mí? dice el Señor, porque la gente todavía estaba observando la letra de la Ley con gran exactitud, dependiendo de este cumplimiento externo del mandamiento de Dios como suficiente para ganar y retener Su buena voluntad para con ellos. Yo estoy lleno de holocaustos de carneros, Él está harto de su culto muerto y de sebo de animales alimentados; y no me deleito en la sangre de bueyes, o de corderos, o de machos cabríos, ya que tales sacrificios han sido ordenados por el Señor, pero no en una forma de adoración mecánica y sin vida, porque tal conducta hipócrita es siempre una abominación para El Señor.

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