Por tanto, porque el Señor juzgará y destruirá al mundo incrédulo, así dice el Señor Dios de los ejércitos, en un llamado lleno de consuelo reconfortante, oh pueblo mío que moras en Sion, la verdadera Iglesia de Dios, morando en su presencia misericordiosa, sé sin miedo al Asirio, el opresor que tipifica a todos los enemigos del Señor y de Su Iglesia; te herirá con vara, con comportamiento tiránico, y alzará contra ti su bastón, como capataz de esclavos, a la manera de Egipto,cuando los hijos de Israel estaban en la casa de servidumbre y sufrieron severamente a causa de sus opresores. En medio de todas estas aflicciones, los creyentes no deben permitir que el miedo y el terror se apoderen de sus corazones.

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