Por tanto, glorificad al Señor, así dice el cántico de los redimidos, en los fuegos, en los países de la luz, en los países orientales, hasta el nombre del Señor Dios de Israel en las islas del mar, en los países occidentales. El significado es: "Dondequiera que estéis esparcidos, ya sea en el Lejano Oriente o en el lejano Occidente, glorificad al Señor". Esta urgente invitación no es en vano.

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