Y traeré a los ciegos, a los que se dan cuenta de la condición de ceguera que padecen, por un camino que no conocían, que nunca encontrarían y podrían encontrar debido a la perversidad natural de su corazón, Juan 9:39 ; Los guiaré por sendas que no conocieron, Salmo 32:8 ; Haré de las tinieblas una luz delante de ellos, para que no tropiecen y caigan, y enderezen las cosas torcidas, quitando todos los obstáculos y haciendo sendas niveladas en todas partes, todo esto proclamando la segura liberación de los hijos de Dios.

Estas cosas les haré y no los abandonaré, porque el Señor está siempre al lado de los que creen en él. A modo de contraste, ahora se refiere a la condición infeliz de los idólatras, de los impíos.

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