Y los reyes serán tus padres nodriza, protegiendo y nutriendo a la Iglesia, y sus reinas tus nodrizas, fomentando la causa de los creyentes de todas las formas imaginables; se postrarán ante ti con el rostro hacia la tierra, en actitud de sumisión y adoración, y lamerán el polvo de tus pies, rindiendo el debido homenaje a la Iglesia por la evidente protección que el Señor da a los que confían en él; y sabrás, por la poderosa prueba así dada, que yo soy el Señor, siendo la evidencia a ese efecto continua y abrumadora; porque no serán avergonzados los que me esperan,siendo esta una promesa que se aplica a los creyentes de todos los tiempos. Además, el Señor ahora responde a una objeción que podría hacerse en vista del hecho de que los hijos de Sion todavía estaban en poder de los enemigos:

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