Yo, incluso yo, soy el que os consuela, así lo anuncia Jehová mismo al retomar el tema del capítulo una vez más. ¿Quién eres tú para tener miedo de un hombre que va a morir? ¿Por qué debería Sión como tal o cualquier creyente individual temer a cualquier enemigo mortal, y al hijo del hombre que se convertirá en hierba, marchitándose después de una vida muy breve,

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