También detrás de las puertas y de los postes, dentro de la casa consagrada a la idolatría, has levantado tu recuerdo, la tabla conmemorativa que recuerda a los apóstatas sus ídolos; porque te has descubierto (descubierto) a otro que no soy Yo y has subido, es decir, al lecho del pecado; Has ensanchado tu lecho y te has hecho un pacto con ellos, pactando el precio de la vergüenza; Amaste su lecho donde lo veías, deleitándote en la inmundicia del adulterio espiritual así practicado abiertamente, la desvergüenza así exhibida descaradamente.

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