Pero vosotros, todos los miembros de la Iglesia de Dios, serán nombrados sacerdotes del Señor, cada uno de los cuales tendrá acceso directo al Señor, sin intercesión especial; los hombres os llamarán ministros de nuestro Dios, todos ellos activos en su servicio, considerando un honor cumplir su voluntad; comeréis las riquezas de los gentiles, apoyados también por la ayuda material que los antiguos paganos ofrecieron voluntariamente, y en su gloria os jactaréis, para que la honra y la distinción lleguen a la Iglesia debido a la conversión y el servicio de estos. Gentiles.

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