Porque la tierra está, literalmente, "consternada", uniéndose al pueblo de Judá en su actitud de horror, porque no había lluvia en la tierra, de modo que la aprensión y la consternación se apoderaron de la tierra; los labradores se avergonzaron, porque no podían labrar la tierra, se cubrieron la cabeza, con el mismo sentimiento de humillación que se apoderó de todo lo animado e inanimado.

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