El Profeta había dicho que, aunque toda la gente común fue enviada a las aguas, no se pudo encontrar a ninguna. Ahora agrega el mismo despido respetando a los labradores. Avergonzado, dice, serán los labradores, porque la tierra se convertirá en polvo, y Dios la golpeará con fuerza. Cuando los cielos suministran humedad, la tierra retiene así su carácter sólido; pero en un gran calor vemos que la tierra se disuelve en polvo, como si fuera golpeada en un mortero.

Entonces él dice: A causa de la tierra del capítulo, porque no llueve, se avergonzarán los labradores y se cubrirán la cabeza; porque la tristeza no solo se apoderará de ellos, sino que también los golpeará con tal vergüenza que los hará huir de la luz y de la vista de los hombres. Estas cosas tenían el mismo propósito, incluso hacer que los judíos supieran que no estaban privados de agua por casualidad, sino porque Dios había maldecido su tierra, de modo que no les producía agua ni para las necesidades comunes de la naturaleza. Sigue -

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