Por lo tanto, debido a que hicieron caso omiso de todos los intentos de hacerlos entrar en razón y aumentaron en la maldad de día en día, entregaron a sus hijos al hambre y derramaron su sangre por la fuerza de la espada, la espada, en hebreo, siendo considerado poseedor de manos para realizar su obra asesina; y que sus mujeres queden privadas de sus hijos y viudas, perdiendo también a sus maridos, con quienes eran uno en la maldad; y maten a sus hombres; que sus jóvenes sean muertos a espada en la batalla.

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