Entregad, pues, sus hijos al hambre, y derramad su sangre a filo de espada; y que sus mujeres queden huérfanas de hijos y viudas; y que sus hombres mueran; que sus jóvenes sean muertos a espada en la batalla.

Derramen su sangre a filo de espada - literalmente, a filo de espada. Así está en el margen. Maurer, con Jerónimo, traduce: 'entréguenlos al poder de la espada'. En esta oración no se entrega a la venganza personal, como si fuera su propia causa la que estuviera en juego; sino que habla bajo el dictado del Espíritu, dejando de interceder, y hablando proféticamente, sabiendo que estaban condenados a la destrucción como réprobos; por los que no lo estaban, sin duda no dejó de interceder. No debemos sacar ejemplo de esto, que es un caso especial.

Que sus hombres mueran - o, como en , 'perezcan por la plaga de la muerte' (Maurer).

Hombres ... jóvenes. Horsley distingue a los primeros como hombres casados pasados de la mediana edad; a los segundos, la flor de la juventud soltera.

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