Aún dicen a los que me desprecian, a los enemigos abiertos del Señor: El Señor ha dicho: Paz tendréis, estaréis a salvo del mal; y dicen a todo el que anda según la imaginación de su corazón, en la terquedad de una desobediencia voluntaria a la voluntad del Señor. Ningún mal vendrá sobre ustedes, proclamando así una seguridad que el Señor les había negado expresamente.

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