Aún dicen a los que me desprecian: Dijo el SEÑOR: Paz tendréis; y dicen a todo aquel que sigue la imaginación de su corazón: No vendrá mal sobre ti.

Ver. 17. Dicen todavía a los que me desprecian. ] Prometen seguridad a los impenitentes y adulan a las personas en sus prácticas pecaminosas y sensuales. Los socinianos establecieron la razón del hombre; Arminianos, su libre albedrío; libertinos, sus concupiscencias rebeldes; y los papistas complacen sus sentidos con sus formas y pompa. En su humilde súplica al rey Jacobo pidiendo tolerancia, suplicaron que su religión fuera la más agradable a la naturaleza del hombre.

Sir Walter Raleigh sabía lo que decía, que si eligiera una religión para los placeres sensuales y la libertad licenciosa, sería papista. Ningún pecado pasado, pero el Papa puede perdonarlo; ninguno por venir, pero podía prescindir de él; no importa cuánto tiempo hayan vivido en algún pecado (pensó el pecado contra el Espíritu Santo), sin embargo, la extremaunción al final lo salvará todo.

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