a causa de la iniquidad que han cometido para provocarme a ira, en el sentido de que se fueron, dejando el camino de la rectitud y el deber que les había puesto la Palabra de Dios, para quemar incienso y servir a otros dioses, mediante tal acto de adoración, a los que no conocieron, ni ellos, ni vosotros ni vuestros padres. Esa fue la primera causa de la calamidad que sobrevino a Jerusalén.

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