¡Huid, os alejéis, corred aprisa, habitar en lo profundo, esconderse en lugares remotos, oh habitantes de Hazor! dice el Señor; porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha consultado contra ti, ha ideado un plan para someterlos y ha concebido un propósito contra ti. Esta advertencia está dirigida a los habitantes del desierto, ya que ningún conquistador se atrevería a seguirlos a los páramos sin caminos del desierto. En las siguientes palabras, el Señor se vuelve una vez más hacia los enemigos y les pide que continúen su obra de destrucción.

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